Cuando empecé en mi primer trabajo después de graduarme de la universidad, se me dejó en claro que las relaciones amorosas entre compañeros de labores no serían aceptadas, ya que anteriormente se habían presentado problemas. En realidad, no tenía la intención de hacerlo, mantenía una exitosa relación con mi novio desde hace más de dos años. Sin embargo, no dejé pasar la oportunidad de checar a los chicos que trabajaban en el departamento de Diseño Gráfico...

Uno de ellos, Jaime, era el prototipo del chico malo que me encanta, de los que coquetea con todas sin importar la edad y que no tiene pudor al contar sus experiencias sexuales a la hora del almuerzo. Él también mantenía una larga relación, eso sumado a la mia, más el hecho de trabajar juntos puso en mi mente una barrera,la cual estaba muy tentada a cruzar...

Fue luego de que intercambiamos correo cuando Jaime empezó a coquetear conmigo, trataba de jugar insinuando un encuentro sexual en la oficina...A lo que yo respondía indignada, a pesar de que por dentro deseaba sentir su miembro dentro de mí, haciéndolo en el comedor, en el baño de hombres, en el de muejeres, en la oficina de la jefa...en fin...

El juego se hacía cada vez más intenso, yo mordía mis labios al verlo salir del baño y él soltaba una sonrisa pícara que me incitada aún más... Nos enviabamos mensajes para encontrarnos en la cocina, allí, él apretaba mis nalgas con sus manos y rozabamos nuestras lenguas desesperadas por sentirse...

No había pasado ni una semana y ya habíamos acordado escaparnos al mediodía a un hotel cercano a la oficina. Ese día, lujuriosa, preparé mi cuerpo, mi vagina, mis piernas...quería verme lo más apetecible posible para él, por otra parte el susto de no saber si su novia, él mio o algún compañero se habría dado cuenta de nuestros encuentros ocasionales hacía que el corazón me palpitará rápidamente,

A pesar de la intensidad, el encuentro no fue lo esperado,la tensión entre ambos hizo que tras una breve penetración y besos apasionados, su miembro se cayera...Su verguenza se juntó con la mia y con nuestras ganas "no satisfechas" de comernos...Aunque traté de hacerme la dura,el morbo seguía presente,deseaba chupar su miembro nuevamente,deseaba verlo introduciendo sus dedos en mi vagina...quería más...y él no dudo en hacerme saber que también lo deseaba.

Al final de una jornada laboral, decidí quedarme a adelantar trabajo, sorprendentemente, Jaime estaba en su oficina sin sospechar que la oportunidad que estaba esperando había llegado. Entré al lugar,allí se encontraba él y su jefe, el cual recogía sus cosas para irse, con cierta complicidad nos miró y se fue enseguida. Sentía el corazón en la boca,al minuto siguiente sentí su lengua. Jaime me haló hacía su escritorio, se sentó en su silla y yo me monté sobre él. Presionaba mis senos a su pecho mientras nos besabamos salvajemente, mordía sus labios mientras movía mi cadera de forma circular,sentía como su pene crecía debajo de mis piernas

Empecé a bajarme el cierre y él hizo lo mismo, con sus dedos húmedos con saliva empezó a tocar mi clitoris,yo estaba cada vez más mojada. De pronto me levantó, me colocó de espaldas a él, apoyandome en su escritorio. Ya con el pene erecto, abrí mis labios y él lo introdujo todo. Mis gemidos estremecían toda la oficina, y yo sentía que con cada uno su excitación aumentaba el doble.

Qué rico, exclamé. A lo que él respondió chupándose los labios con una sonrisa traviesa. Mientras me daba, apretaba bien duro senos, los cuales siempre codiciaba. Yo humedecí mis dedos y tocaba mi clitorís,el cual estaba hinchado con la excitación. Sentía que no queria que parara nunca y creo que él tampoco quería parar...Sin pudor pero con algo de pena él introdujo un dedo en mi culo,lo cual no significó ninguna molestia para mi. Él no sabía lo mucho que me gustaba que me cojieran por el culo...Su sorpresa paso a extasis...Me estaba estimulando con su dedo en mi ano, con la otra mano apretaba un seno mientras me lo metía hasta al fondo, yo tocaba mi clitoris ansiosa por acabar...Allí sobre su escritorio pegue el grito de placer más grande en mi vida, estaba acabando y quería seguir...

Una taza que descansaba a un lado del escritorio sirvió para que él depositará su esperma...luego descubririamos de quién era la misma...Por el momento era hora de irse, su novia lo esperaba y el mio a mi...

Prometimos repetirlo y ansío ese día...